En un escándalo de dimensiones similares al recall masivo sufrido por General Motors el año pasado, hoy se encuentra Volkswagen por haber mentido ante la Agencia de Protección Ambiental –EPA por sus siglas en inglés- de Estados Unidos al instalar un dispositivo en sus autos, el cual le permite a algunos de sus vehículos registrar una cantidad de emisiones contaminantes más baja de la que en realidad expulsa.
La semana pasada, circularon en diversos medios de Estados Unidos notas con el rumor sobre la instalación de un dispositivo que detecta cuando el vehículo está siendo examinado para así alterar las cifras de emisiones contaminantes en los motores diesel –TDI- de la marca, sin confirmarse hasta entonces, sin embargo hoy Volkswagen ha admitido su culpa.
La compañía originaria de Wolfsburg, Alemania ha acoplado en sus vehículos diesel un mecanismo que mientras no está siendo examinado, expulsa emisiones de CO2 mucho más elevadas que las registradas ante instancias como la EPA para así evitar multas en su producción, limitantes en su venta y para presumir su colaboración en cuidado del medio ambiente.
Más allá de las restricciones comerciales que esto implica, señala la incidencia de Volkswagen en acciones ilegales y de multas financieras de hasta 18 mil millones de dólares por parte de dicho organismo regulador.
En diciembre del año pasado, Volkswagen hizo un intento de llamar a revisión a estos 482,000 vehículos que cuentan con dicho dispositivo, sin embargo, no funcionó el operativo y no se restringió ni limitó la venta de los modelos, siendo una posible agravante en la futura sanción a la compañía alemana.
El panorama no luce nada alentador en meses próximos para Volkswagen, ya que todo parece indicar que la única manera en la que pudieran hacer que las cifras de emisión contaminante sean fieles a las previamente registradas, sería hacer modificaciones mecánicas a los autos, las cuales los volvería considerablemente más lentos que el resto de la competencia.
Al momento, las acciones de Volkswagen han caído hasta un 20% en su valor comercial debido a este escándalo.
La siguiente etapa en este escándalo corporativo será la confirmación de la multa de 18 mil millones de dólares por parte de la EPA y el llamado a revisión de estos cientos de miles de vehículos para la verificación real de cifras contaminantes en una proceso que podría repercutir de manera grave a la meta de Volkswagen de convertirse en el fabricante de autos número 1 de autos a nivel mundial.
Redacción CarGlobe
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