Muchas de nuestras decisiones a la hora de comprar están influenciadas por la sociedad, es decir, cuando vemos los comerciales en la televisión sobre algunos productos, los espectaculares, los ahora “influencers”, etc… estamos llenos de publicidad donde personas nos dicen en cierta forma qué comprar. Los automóviles no son la excepción, pero, ¿te has preguntado quién influye en la compra de tu carro?.

SEAT en compañía de la empresa suiza SThAR (empresa que investiga la termodinámica social), hicieron una investigación de campo en Barcelona, donde llegaron a una conclusión. Existe un equilibrio a la hora de comprar entre 3 facetas: la Racional, Emocional y la Social. La faceta racional se enfoca en el Internet (anuncios de coches o próximos lanzamientos) y revistas especializadas de automóviles. La faceta emocional corre a cargo del marketing y frases de identificación que usan las marcas de autos, como “Te gusta conducir”, “Familias grandes, con mascotas”… con las cuales te identificas y en seguida te crees parte de ello. Por último y la más curiosa, en la faceta social se encuentran las personas que te rodean, tu decisión está correlacionada con las decisiones de las demás personas.

“Por un lado, tu decisión de comprar un coche hoy está correlacionada con las decisiones de miles de personas que lo compraron un mes antes que tú. Personas que no conoces, pero de alguna manera tu decisión y la suya están ligadas. Y no sólo las ventas del mes pasado, sino las de hasta hace cinco años: el sistema tiene «memoria» (matemáticamente hablando), y las ventas hoy están íntimamente ligadas a las ventas de ese último lustro”, explicó Alberto Hernando, CEO de la empresa de análisis. Aunque este análisis haya sido en Barcelona, si nos ponemos a analizarlo seguro aplica para muchos países y no dudamos que México sea uno de ellos.

Tal vez no te des cuenta de forma consciente, pero cuando tu vecino saca su coche y pasa frente a ti, afecta en tu propia decisión de comprarte un coche. Ya sea por la “rivalidad” de tener algo mejor que ellos o porque te gusta cómo lucen en ese vehículo, tú también quieres verte igual.

Así que ya sabes, puede que tu próximo carro ya lo hayas decidido sin darte cuenta.