Vecinos y taxistas de la delegación Venustiano Carranza, cerca del aeropuerto internacional de la Ciudad de México (AICM) destrozaron autos de las empresa Uber con palos, tubos y piedras, mientras que a otros les aventaron harina y huevo.

Este incidente empezó con la justificación que los autos de Uber y algunos de Cabify se estacionaban en calles aledañas al AICM como base para después ir a recoger a los clientes que hayan solicitado el servicio.

Según los manifestantes, desde que la empresa Uber empezó a operar con su «competencia desleal» han disminuido los ingresos de las familias de la colonia alrededor de un 50%.

La Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) comentó que fueron al rededor de 250 personas las agresoras para después dirigirse hacia Circuito Interior a hacer cortes de circulación con cartulinas mostrando su inconformidad. Obviamente (y como siempre) no hubo detenidos.

Por su parte, la empresa Uber comentó lo sucedido al respecto donde comentan que es un ataque en contra de ganarse la vida.

Lo ocurrido en el Aeropuerto es un ataque gravísimo al derecho de ganarse la vida dignamente. Condenamos cualquier tipo de violencia.

— Uber DF (@Uber_DF) julio 29, 2015

Lo bueno es que ya se había regulado Uber, ¿no? y hasta los taxistas estaban creando su propia aplicación con la cual iban a ofrecer un «mejor servicio y precios competitivos».

Es un cuento de nunca acabar y, por lo que se lee en redes sociales, con este tipo de actos la gente le da la espalda a los taxistas.