La gana de camionetas de Infiniti sigue fortaleciéndose y refrescándose, pues si hace unos días la firma lució la nueva generación de la QX80 en Dubai, hoy fue el turno de su hermana menor, que apareció por todo lo alto en el Salón de Los Ángeles, presumiendo un diseño realmente cautivador.

Esta SUV japonesa imprime todo el estilo que Infiniti ha venido presumiendo en sus más recientes lanzamientos y que le queda espectacular, con un frontal afilado y líneas fluidas que le dan una gran presencia, deportividad y elegancia.

El interior mantiene estos elementos, con tapicerías de cuero, madera, aluminio y alcántara en contraste, aunque llama la atención la aparición de elementos como los controles del sistema multimedia y la palanca de velocidades, que tienen totalmente el sello de Mercedes-Benz.

De ahí en fuera, todo es totalmente Infiniti, incluyendo la doble pantalla central como en los Q50 y Q60.

Pero lo más importante de este vehículo viene bajo el cofre, pues monta el primer motor de compresión variable en el mercado mundial. Esto significa que mediante un actuador electrónico, la computadora del motor puede variar la compresión de los pistones dentro de las camisas.

Eso traducido a español quiere decir que dependiendo del tipo de manejo, el motor puede cambiar el punto máximo de recorrido del pistón para entregarnos más potencia o bien para ser más eficiente, osea, los ingenieros de Infiniti no tendrán que volver a elegir si quieren un propulsor de altas prestaciones o uno con bajos consumos de combustible (abajo hay un video con una mejor explicación gráfica).

Este motor 2.0 litros turbocargado genera 272 caballos de fuerza y 287 libras-pie de torque.

Este vehículo comenzará a salir en los próximos meses de la planta que Infiniti y Mercedes-Benz tienen en Aguascalientes, para el mercado del Continente Americano y otras latitudes.