Si bien la estrella del stand de Mercedes-Benz es el AMG Project One, el inmenso exhibidor de la firma alemana en Frankfurt tiene más que ofrecernos, comenzando con su estrategia de autos eléctricos, que fue lanzada hace un año en París y que este 2017 recibió a su segundo integrante.
El EQA es un hatchback compacto, que estará tomando la plataforma del Clase A y que se convertirá en la mayor apuesta de la marca para la movilidad urbana, Smart aparte, con un rango de autonomía de al rededor de 400 kilómetros y 275 caballos de fuerza.
Este vehículo presume un diseño muy limpio y fluido que arranca con un frontal retroluminado donde destaca la estrella y unos estilizados faros de OLED, misma tecnología que se replica en los detalles laterales y las calaveras. Esta iluminación permite que podamos tener diferentes formas en la parrilla, incluso las barras horizontales que rinden homenaje al W194 que ganó en 1952 la Carrera Panamericana.
Gracias al tren motriz eléctrico y 405 libras-pie de torque, la aceleración de 0 a 100 km/h se consigue en 5.0 segundos, y su batería de iones de litio de nueva generación puede almacenar energía suficiente para recorrer 100 km con una recarga rápida de 10 minutos.
Siguiendo con los modelos de tecnologías verdes de Mercedes, apareció la versión de hidrógeno plug-in de la GLC, que aun en estado de prototipo parece estar lista para llegar al mercado en los próximos meses.
Este vehículo alimentado por hidrógeno, que se mueve gracias a la electricidad que se genera de la fusión de este gas con oxígeno, también puede llenar sus baterías mediante un enchufe convencional de automóvil, para tener el sistema al 100% por la mañana y tener en total al rededor de 500 kilómetros de autonomía.
La ventaja de este sistema frente a un eléctrico convencional es que podremos pasar a una hidrogenera, llenar el depósito de una capacidad de 4.4 kilogramos y seguir nuestro camino, tal y como lo hacemos hoy con un automóvil de combustible.
Para finalizar con el lado verde de la casa de Stuttgart, apareció la versión plug-in hybrid de la Clase S llamada S 560 e, que promete mejor empuje que las versiones sólo de gasolina, pero con un consumo menor de combustible.
El motor V6 3.0 litros genera 367 caballos de fuerza y se une a uno eléctrico de 120 hp, que se alimenta con una nueva batería que ocupa menos espacio y ofrece una autonomía mayor (hasta 50 km. en modo sólo eléctrico).
Con este tren motriz la aceleración de 0 a 100 km/h se consigue en 5.0 segundos, con una velocidad máxima de 250 km/h y un consumo homologado de 2.1 litros cada 100 kilómetros.
Siguiendo con la Clase S, Mercedes aprovechó este autoshow para lucir el facelift de las versiones coupé y convertible, que claramente tienen una intención más deportiva que el sedán.
Estos dos modelos se benefician de todos los avances tecnológicos del modelo de cuatro puertas, como la conducción semiautónoma, los radares anticolisión con freno de emergencia y el estacionamiento automático, entre otros, al tiempo que llevan más allá el concepto del S, con un look que enamora a primera vista.
Finalmente, la casa de la estrella también presentó en sociedad la pick up Clase X, nacida de su alianza con Nissan y que hereda la plataforma de la NP300, pero con todo el estilo y lujo de Mercedes.
Este vehículo está más enfocado a los clientes que buscan una camioneta con capacidades de carga para un uso más recreativo como cargar motocicletas o bien todo lo necesario para ir de campamento.
Este vehículo parece que no estará disponible en el mercado mexicano, aunque no existe una confirmación de nada.
Una vez más Mercedes-Benz se lució en grande jugando como local.
Redacción CarGlobe
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