Una prueba más de que los autos son más que un medio de transporte para trasladarse de un sitio a otro nos la dan los CEOs más poderosos y quienes se han distinguido por su innovación en el mundo de los negocios. Ya que, caracterizados por tomar decisiones que contemplan de manera fundamental los beneficios económicos de sus empresas, un auto debería de ser una elección racional y con grandes ganancias en el sentido costo-beneficio.

Sin embargo, hasta ellos saben que el encanto de los modelos plagados de deportividad, lujo o tecnología.

Mark Zuckerberg posee varios vehículos, incluyendo un Acura TSX y un Volkswagen Golf GTI, sin embargo, Zuckerberg recientemente pagó 1,3 millones de dólares por un Pagani Huayra.

Jeff Bezos, CEO de Amazon y reciente poseedor del diario estadounidense «The Washington Post» es la excepción a la regla, ya que aún conduce su Honda Accord de 1996, auto con un costo de 4,000 dólares. 

El fundador y CEO de Snapchat, Evan Spiegel, después de la ronda de inversión de junio pasado se compró un Ferrari FF con un valor de 400 mil dólares.

Bill Gates posee una colección de Porsches, entre los cuales destacan el Porsche 930, un Porsche 959, no obstante su favorito es el Porsche 911 Carrera Convertible, con un costo de 82,100 dólares.

Sean Parker, el cofundador de Airtime, cuando está en los Ángeles, conduce en un Tesla Model S, con un costo de 100,000 dólares.

El cofundador de Google, Sergey Brin, conduce un Tesla Roadster, con un valor de 100,000 dólares.

El CEO de Dell, Michael Dell, posee un Hummer H2, que aunque ya no se produce tiene un valor entre los 20,000 y los 33,000 dólares.

El cofundador de Facebook, Dustin Moskovitz, conduce una Volkswagen R32 Hatchback, con un valor de 13,000 dólares.

El ex CEO de Microsoft, Steve Ballmer, posee un Ford Fusion, un producto que contiene tecnología de Microsoft a través de su plataforma de infoentretenimiento Sync.