Para cualquier fabricante de automóviles la pintura es importante, pero para una marca como Ferrari, además de cobrar mayor relevancia, pues debe resaltar cada línea esculpida en sus sofisticadas carrocerías, es sinónimo de precisión y calidad, ya sea la aplicación del característico color rojo, hasta las nuevas tonalidades de la paleta de colores que dispone el departamento de personalización Ferrari Taylor Made para sus clientes más exigentes.

Así que no es de extrañar que la casa de Maranello busque estar siempre a la vanguardia en esta materia, pues recordemos que Ferrari fue la primera marca en emplear pinturas a base de agua en 2004. En ese tenor, acaba de anunciar su nueva tecnología de aplicación de pintura denominada Low Cure.

Se trata de una nueva evolución del compuesto de la pintura automotriz, que fue desarrollado de manera conjunta con su socio, el especialista PPG (Pittsburgh Plate Glass) y que ofrece dos grandes ventajas: una mayor eficiencia, ya que su composición química es capaz de ser solidificar a temperaturas un 50% inferiores que las pinturas actuales, es decir, que ahora para cocinarse necesitará 100 grados en comparación con los 150 que requería en el pasado, reduciendoel gasto energético durante el proceso y los costos, además de cuidar la sustentabilidad medioambiental.

La segunda ventaja es la posibilidad de que esta nueva pintura de Ferrari pueda ser aplicada y en diferentes superficies, como en la fibra de carbono, optimizando así la producción de piezas especiales, algo que será muy útil para la marca en los próximos años.