Desde hace unas semanas, Mitsubishi Motors de México arrancó operaciones en nuestro país de forma independiente, terminando así con 15 años de relación con FCA (Fiat Chrysler Automobiles) y arrancando una nueva era en la firma que nos traerá sorpresas.
Esta decisión se tomó luego de que Mitsubishi pasó a formar parte de la Alianza Renault-Nissan el año pasado, por lo que se comenzó a trabajar en la apertura de esta filial, si bien de forma independiente, apoyada por Nissan.
En esta nueva aventura de la firma japonesa tendremos una gama más amplia, ya que además de algunos de los modelos actuales (Mirage Hatchback, Outlander, Montero Sport y la pick up L200 en su nueva generación) se unirán tres vehículos: el crossover Eclipse Cross, la SUV híbrida-enchufable Outlander PHEV y el sedán subcompacto Mirage G4 (sí, el que Dodge vende como Atittude, pero con más equipamiento).
Para ello se trabajó durante todo el año pasado en el desarrollo de la logística para importar vehículos desde Nagoya, Japón y Laem Chabang, Tailandia, a Mazatlán; también en la creación de un Centro de Procesamiento Vehicular, en Aguascalientes, para tener el inventario de producto y un Centro de Distribución de Partes en Cuautitlán, Estado de México, con más de 10,000 m2 para tener una operación eficiente de autopartes para los talleres de las distribudoras.
La firma mantendrá las garantías y dará servicio a todos los vehículos que fueron vendidos por FCA, mientras que ofrecerá una garantía nueva de 7 años con kilometraje ilimitado para los modelos que se venden ya bajo la nueva operación.
Del lado del financiamiento, teniendo en casa a la mayor financiera del país (Nissan), es lógico que tomen su operación para crear Mitsubishi Motors Financial Services, que le permitirá tener mejores planes de financiamiento, leasing y flotillas.
La firma espera colocar al rededor de 24,000 unidades este 2019 y trabajar para que la presencia de la marca sea mayor que en el pasado.
Redacción CarGlobe
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