El día de ayer ocurrió un accidente que llevó muy lejos a pasajeros de uno de los medios de transporte más usados en la capital del país, el Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México.
Casi dadas las 18:00 hrs, hubo una “pequeña” explosión en la línea 1 que dejó en shock a los pasajeros que transitaban de la estación Juanacatlán a la estación Chapultepec. Los vagones comenzaron a inundarse por el humo causado de la explosión llegando a provocarles problemas respiratorios a las personas a bordo. Lo interesante aquí es que en ningún momento se les informó a los pasajeros lo sucedido ni instrucciones de emergencia para poder sobrellevar el accidente.
Ante tal situación de paranoia, la gente forzó las puertas y salió como pudo de los vagones. Ojo, ninguna de las autoridades correspondientes se acercaron para auxiliar a las personas (incluyendo de la 3ra edad e infantes) ni para guiarlos por las vías del tren y saber dónde poder pisar. “Nunca hubo un peligro tal cual porque se llevó a cabo el protocolo de seguridad cortando la electricidad para evitar accidentes, pero no les fue comunicado a los pasajeros”, comentó el Sistema de Transporte Colectivo Metro.
El Metro si bien es rápido, también es peligroso. No sólo existe la preocupación de caerte a las vías, pues esa quedaría en segundo plano por su altura no tan extrema, el real problema está en tocar una de las barras donde éste transita y prueba de ello fue lo sucedido en el metro Juanacatlán.
Es necesario que las personas por conocimiento y cultura general tengan noción del funcionamiento del metro y sus vías, en especial una que es mortal para quien la toque.
Toma nota:
El metro funciona por electricidad a través de 3 barras, una de Seguridad, otra de Rodamiento y la tercera y más importante, la de Guía.
La barra de seguridad se usa en caso de que alguna de las llantas se ponche y pueda pasar por ahí la parte metálica, sólo emergencias. La de rodamiento es sobre la que avanzan las llantas normalmente. En la Barra Guía es la encargada de conducir toda la energía eléctrica que hace que los motores del Metro funcionen y se mueva; aquí corren nada más y nada menos que 750 Volts de energía eléctrica, o sea que quien tenga la desgracia de tocarla no vivirá para contarlo.
Esto es meramente por conocimiento si en algún momento alguien se llega a encontrar en una situación similar dentro del túnel.
Una cosa sí es cierta, aunque se haya llevado a cabo el protocolo de seguridad correspondiente en las vías del metro, se corrió el mismo peligro. Los pasajeros pudieron haberse quedado dentro de los vagones por miedo a pisar erróneamente alguna barra y asfixiarse dentro de ellos. Saldo: Más de 30 pasajeros afectados por el humo respirado y crisis nerviosa; 10 hospitalizados. Después de 50 minutos se restableció el servicio en la línea rosa.
Redacción CarGlobe
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