Dicen algunos que el mejor lugar para las pruebas de un auto no es un laboratorio, sino las mismas calles donde se conoce si un auto o sus tecnologías son verdaderamente funcionales. Tal es el caso de General Motors, quienes realizan evaluaciones en las calles de Detroit para desarrollar un sistema que interactúe con los semáforos de las ciudades y progresivamente, avanzar hacia la conducción autónoma.

En conjunto con algunas agencias de transporte estatales y del condado, General Motors ha equipado semáforos en dos intersecciones cerca de sus instalaciones en Warren, Michigan, con tecnología que transmite información de señales a los vehículos, cuyos conductores pueden evitar situaciones en las que necesitan frenar abruptamente o acelerar repentinamente a través de una concurrida calle mientras la luz sigue siendo amarilla.

Hasta ahora, algunos Cadillac CTS de la flotilla de pruebas de la compañía están equipados para recibir la información en tiempo real, la cual llega a través de una frecuencia dedicada de comunicaciones de corto alcance (DSRC). Pero como muchos competidores, GM tiene ambiciones fuertes para la tecnología de comunicación entre vehículos e infraestructuras.

El gobierno federal está en las etapas finales de elaborar reglas que obligarían a que todos los vehículos nuevos transporten equipos para habilitar las comunicaciones DSRC; Entre otras cosas, el sistema puede entregar mensajes críticos de seguridad e información sobre las condiciones de la carretera y los peligros potenciales.