A pesar de que en los últimos meses hemos escuchado hasta el cansancio sobre el nuevo Mustang, no es sino hasta el día de hoy que la armadora norteamericana Ford por fin anuncia oficialmente el inicio de producción de su pony car en las instalaciones de Flat Rock.

Y es que como recordarán, el Mustang de sexta generación comenzará a venderse en Estados Unidos a partir del próximo otoño, y a partir del año que entra se irá introduciendo a más de 120 mercados alrededor del mundo, incluyendo Inglaterra, Australia y hasta Sudáfrica.

Para el mercado estadounidense, Ford tiene planeado ofrecer tres diferentes motorizaciones comenzando con el 3.2 litros V6 para las versiones de entrada que empujará con una saludable cifra de potencia de 300 caballos con un par motor de 280 lb-pie.

En la parte media de la gama encontraremos por primera vez una variante turbocargada proveniente de la reconocida familia de motores EcoBoost que a pesar de sus 2.3 litros será capa de entrega la nada despreciable cifra de 310 caballos de potencia con un torque de 280 lb-pie.

Finalmente en la parte más alta de la pirámide encontramos el famoso bloque V8 Coyote que se encargará de potencializar a la versión GT con sus nada despreciables 435 caballos y un par de 400 lb-pie.

Como preparación para la fabricación del nuevo Mustang, Ford tuvo que invertir cerca de 555 millones de dólares en la planta de Flat Rock para crear una línea de producción completamente flexible que les permita fabricar diferentes vehículos bajo un mismo techo, utilizando los más avanzados sistemas de tecnología en el proceso.

Dichas instalaciones cuentan con una fuerza laboral de 3,000 empleados trabajando dos turnos completos a “full” para fabricar también el famoso sedán Fusion.