Singer, el preparador con sede en California, es bien conocido no solo por sus espectaculares trabajos que toman como base los Porsche 911 clásicos, sino también por instalar propulsores más modernos en autos antiguos, y su más reciente creación es producto de su mutua colaboración con Williams Advanced Engineering tras anunciarse un acuerdo de colaboración entre las dos entidades.
Así que el primer motor fruto de esta sociedad es un motor bóxer de seis cilindros de aspiración natural 4.0 litros, que ofrece un rango máximo de revoluciones de 9,000 rpm, con cabezas de cuatro válvulas, barras de titanio, cuerpos de aluminio y multiple de admisión de fibra de carbono, un sistema de escape de titanio y una potencia máxima de 500 caballos de fuerza, cantidad que coincide con la que ofrece el último Porsche 911 GT3, aunque refrigerado por agua.
Hanz Mezger, el legendario ingeniero de la firma de Stuttgart ha participado activamente en el proyecto como consultor técnico. Mientras tanto, el propulsor es básicamente una unidad altamente modificada de un bloque 3.6 bóxer de 1990, el cual será instalado en el último trabajo de Singer, un encargo de Scott Blattner, propietario de tres Singer 911, que ha permitido que otros clientes también puedan optar a este propulsor.
El motor fue desplazado ligeramente hacia delante, ajustando el reparto de pesos. La potencia se transmite a las ruedas traseras mediante una transmisión manual Hewland de seis velocidades. Un sistema que, por cierto, ha sido fabricado en magnesio.
De la misma manera, destaca la implementación de un control electrónico de estabilidad fabricado por Bosch, frenos carbono-cerámicos Brembo y unos rines forjados BBS de 18 pulgadas. En el interior encontramos diferentes detalles en fibra de carbono, material que además de alegrar la vista reduce el peso total del vehículo.
Redacción CarGlobe
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