A cada presentación de un modelo nuevo durante el año, le vienen una serie de elogios, resaltes de sus cualidades y la razón fundamental de por qué este auto representa una oferta atractiva a la compra en su futura introducción al mercado mexicano. Sin embargo, ¿de verdad cada producto resulta lo merecido y esperado por los consumidores mexicanos?
Definitivamente no, ya que contrario a lo esperado, en la industria automotriz mexicana se llegan a presentar modelos que en muchos aspectos representan un retroceso a la tendencia de mejorar productos en seguridad, asistencia a la conducción y tecnología en consumos y emisiones de combustible.
Presente lo anterior y contrario a nuestra selección de mejores autos de 2014, hemos decidido cuál consideramos es la peor oferta presentada durante este año al mercado mexicano.
El ganador de tan desprestigiado galardón es el nuevo Renault Logan.
La decisión de nombrar a una de las más recientes incorporaciones al catálogo de la marca francesa como «el peor coche del año» radica en diversos aspectos, que más allá de agradarnos o no, consideramos que dista mucho de ser un producto con la responsabilidad de contar con el emblema de Renault.
El primer y más importante defecto de este modelo se ubica en la caja de velocidades manual, la cual es insuficiente en su manejo al sentirse forzada cada que se hace uso de ella. Los cambios en esta maquinaria deben realizarse de manera rápida y responsiva a la atención del conductor, no obstante esto no representa que la caja tenga una reacción adecuada y deje de sentirse como si sufriera constantes sobremarchas.
Sin sorpresa alguna, de acuerdo a informes obtenidos de centros de reparación oficiales de Renault en México, son numerosas las quejas que los compradores de este modelo debido a fallas en la caja de cambios; más específicamente con la ruptura de la flecha de la maquinaria.
Otro problema con este modelo es su equipamiento, el cual está por debajo de los estándares de un modelo que pretende competir en el segmento de mayor venta del país. Está limitado a contar con la pantalla de infoentretenimiento MediaNav de la marca -en la versión más equipada con valor de $199,900 pesos-, sin embargo, después de eso no existe nada más. El ensamble de las partes es claramente precario y los materiales empleados en su interior son ajenos a un producto de ese valor.
Si bien el ofrecimiento de este modelo obedece a la necesidad de entrar al segmento de los sedanes subcompactos, consideramos un error que lo hayan hecho con este ejemplar, ya que si la legitimidad de la marca como una proveedora de «automóviles franceses» está solamente justificada por la reciente presentación del Renault Clio, con el nuevo Logan no sólo se trata de un producto derivado de la subsidiaria Dacia, sino que no es ajeno a su existencia en nuestro país, ya que en términos frívolos este automóvil es la nueva generación del anteriormente conocido como Nissan Aprio.
Definitivamente, este modelo representa un modo de hacer las cosas totalmente distintas por una misma marca, ya que Renault es conocido también por presentar modelos a la vanguardia tecnológica como el caso del nuevo Clio, sin embargo en esta ocasión, la compañía dio un paso atrás a lo que tenía acostumbrado al mercado y prensa mexicana.
Redacción CarGlobe
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