La justicia japonesa negó al ex CEO de Nissan, Carlos Ghosn la posibilidad de trasladarse a un arresto domiciliario en espera de que inicie su juicio por de fraude fiscal y desvío de fondos, que podría tardar al menos unos seis meses en arrancar.
Ghosn había ofrecido portar una tobillera GPS y tener guardias de seguridad aprobados por la policía para garantizar que no huiría del país ni tendría acceso a documentos incriminatorios que pudiera destruir, las dos grandes preocupaciones de los fiscales.
Sin embargo una corte en Tokio le negó esta concesión y permanecerá en la cárcel hasta que comience el juicio, que se calcula empezará unos seis meses, luego de que una investigación interna en Nissan encontró pruebas de que el directivo francés creó un esquema para poder ocultar ganancias al fisco japonés, así como el uso de dinero y bienes de la compañía para beneficio personal.
En 1999 Renault y Nissan formaron la Alianza, una unión automotriz que le permitió a la japonesa salir de una crísis y a la francesa expandir sus horizontes, al tiempo que años más tarde también salvó a Renault de ir a la bancarrota. A finales de 2017 se unió a esta Alianza Mitsubishi, para juntos formar al cuarto mayor vendedor de vehículos en el mundo.
Ghosn es CEO de la Alianza, también Presidente y CEO de Renault. Hasta hace unos meses, también era Presidente y CEO de Nissan, este segundo puesto lo dejó en manos de Hiroto Saikawa, para sólo quedarse como Presidente de la compañía, al tiempo que tomó el puesto de CEO de Mitsubishi, sin embargo, tras el arresto, fue destituido de todos sus cargos en las marcas japonesas.
Redacción CarGlobe
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