Uno de los máximos dirigentes de la industria automotriz en los últimos 20 años, Carlos Ghosn, habló ante una corte en Tokio, para defenderse sobre las acusaciones de de evasión fiscal y desvío de fondos en Nissan, por las que está detenido desde el pasado 19 de noviembre.
Ghosn, quien desde 1999 encabeza la Alianza Renault-Nissan, que primero salvó a Nissan de la quiebra y años más tarde a Renault, asistió a la corte con un traje negro, camisa sin corbata, zapatos de plástico y esposado, ante una solicitud que él hizo para poder defenderse.
El directivo francés, de origen libanés, primero escuchó los cargos de los que está acusado, entre los que está haber utilizado los libros de Nissan para cubrir pérdidas personales en inversiones, por un total de 17.1 millones de dólares, y así recuperar su dinero, a través de la compañía árabe Khaled Juffali Co.
Ghosn afirmó que en ningún momento realizó estas acciones y que la relación de esta empresa con Nissan fue como un apoyo para solicitar créditos y con ellos poder restructurar las operaciones de varios distribuidores de la firma japonesa en Oriente Medio, que tenían problemas financieros, así como la mediación para conseguir reuniones con altos funcionarios de Arabia Saudita con la finalidad de poder construir una planta de automóviles en ese país.
Estas declaraciones fueron confirmadas más tarde por Khaled Juffali Co. en un comunicado.
Como era de esperarse, se declaró inocente y dejó entrever que es muy posible que todo esto sea parte de una conspiración dentro de Nissan para quitarlo del poder.
«Transformamos Nissan, pasando de una deuda de 18,500 millones de dólares en 1999 a ganancias de 16,600 millones en 2006, fuimos de vender 2.5 millones de autos en 1999 con pérdidas a 5.8 millones de forma rentable en 2016.
“Estos logros, de los que participa también el incomparable equipo de empleados de Nissan en todo el mundo, son la mayor alegría de mi vida junto a las que me produce mi familia», afirmó el directivo, para mostrar su compromiso con el bienestar de Nissan.
Además, afirmó que todo el dinero que ganó con Nissan y el que tendría que recibir tras su jubilación, siempre fue informado a las autoridades y que en ningún momento ha realizado algún tipo de fraude fiscal.
Ghosn seguirá detenido hasta al menos este viernes 11, pero se espera que los fiscales busquen nuevos cargos para mantenerlo en prisión más tiempo, pues temen que se pueda dar a la fuga o destruir evidencia.
En 1999 Renault y Nissan formaron la Alianza, una unión automotriz que le permitió a la japonesa salir de una crísis y a la francesa expandir sus horizontes, al tiempo que años más tarde también salvó a Renault de ir a la bancarrota. A finales de 2017 se unió a esta Alianza Mitsubishi, para juntos formar al cuarto mayor vendedor de vehículos en el mundo.
Ghosn es CEO de la Alianza, también Presidente y CEO de Renault. Hasta hace unos meses, también era Presidente y CEO de Nissan, este segundo puesto lo dejó en manos de Hiroto Saikawa, para sólo quedarse como Presidente de la compañía, al tiempo que tomó el puesto de CEO de Mitsubishi, sin embargo, tras el arresto, fue destituido de todos sus cargos en las marcas japonesas.
Redacción CarGlobe
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