Estamos seguros que muchos de los apasionados por los coches clásicos no le dirían que no a este ejemplar, a pesar de que se trata de un muscle car impulsado por un motor eléctrico, como lo es este Mustang 1968, la más reciente creación del preparador Charge.

Y es que este este ponycar es 100 por ciento eléctrico, disponible con tracción trasera o a las cuatro ruedas y en carrocerías coupé y convertible, dotado con algunos accesorios extra propios de la era moderna, como los faros LED, el nuevo diseño de la parrilla y el juego de rines que cubren un sistema de frenos de alto rendimiento.

El interior también fue renovado con lujo y tecnología pero que mantiene detalles retro como la piel de los asientos y el volante clásico, donde destaca una interfaz digital personalizada y un sistema de infoentretenimiento de última generación.

Sin embargo, la verdadera novedad está en sus entrañas, pues equipa un propulsor eléctrico que genera 407 caballos de fuerza y 885 lb.-pie de torque, alimentado por una batería de 64 kWh. Esto le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 3.09 segundos y una autonomía de 200 kilómetros por recarga.

La producción de este Mustang eléctrico estará limitada a 499 unidades, por un precio de 229,625 euros, y las primeras entregas están previstas para septiembre de 2019, en ciudades como Londres, Nueva York, Los Ángeles, Tokio o Shanghai, sitios donde podrá probarse.