Siendo la octava generación de este sedán familiar, la marca nipona da una actualización importante en el diseño de uno de los vehículos mejor vendidos en el mercado norteamericano.

Dicha actualización denota un aspecto más deportivo, incorporando una parrilla de dos piezas y un cofre más bajo que la generación anterior. Se prevén cuatro versiones: LE, XLE, SE y XSE, en las versiones más deportivas podremos encontrar aditamentos como rines de aleación en 19 pulgadas, fascia delantera deportiva, alerón, tomas de aire laterales y más adiciones de equipamiento que podremos conocer próximamente.

Al interior encontramos un habitáculo rediseñado y orientado hacia el conductor. Cuenta con un sistema de info entretenimiento Human Machine interface (HMI) que otorga información a través de tres pantallas enlazadas: una Pantalla de avisos (HUD) de 10 pulgadas a color, una pantalla de información múltiple de 7 pulgadas y una pantalla de audio con navegación de 8 pulgadas -por cierto, el sistema de audio es JBL Premium.– y un panel de control de calefacción y aire acondicionado integrado en la consola central.

En el tema de seguridad, se ha incorporado el Toyota Safety Sense P, el cual incluye sistema pre-colisión, control automático de velocidad con radar dinámico, asistente de manejo en carril con asistencia de dirección, luces altas automáticas y en algunas versiones se equipará el monitor de punto ciego.

Éste nuevo Camry llegará con tres variantes en cuanto al motor, el primero es un V6 de 3.5 litros con inyección de combustible, un motor de gasolina cuatro cilindros 2.5 litros acoplado a una transmisión automática Direct-Shift de ocho velocidades y un Sistema Híbrido de Toyota (THII) acoplado a la transmisión CVT.