Existen coches que a primera vista llaman la atención de las personas y otros que de plano no. Seguro has pensado más de una vez haber visto el coche más feo del mundo, pero seguro no es así. Existió hace algunas décadas y es hora de que lo conozcas.
Se dice que Aurora es quien encabeza la lista de los autos más feos; desproporcionado, deforme y de gran volumen, son algunas de las cosas con las que se puede calificar a este vehículo que fue diseñado sobre la escultura de un Buick de 1953. Pero ¿quién fue la persona que lo diseñó?.
Alfred Juliano, un sacerdote que compartía su amor por Dios con los autos, estaba preocupado por la seguridad de las personas cuando manejaban los coches de ese entonces, pues aseguraba que no cumplían con muchos estándares de seguridad que él encontraba vitales.
Algunas de las implementaciones que Alfred le hizo a “Aurora”, fueron los cinturones de seguridad en las cuatro plazas, barras laterales antivuelco, columna telescópica de dirección, instrumentación acolchonada sin ángulos, paragolpes delantero pensado para absorber al peatón en caso de atropello, carrocería de fibra de vidrio rellena de espuma para impactos y una cúpula panorámica en su techo. Como puedes ver, algunas ya fueron implementadas en los coches actuales debido a su lógica de uso, pero algunas otras hasta pueden sonar disparatadas, como los asientos delanteros que podían girar a 180 grados para no recibir los impactos de frente (¿What?).
Dos años diseñándolo y otros dos años construyéndolo, hicieron que Alfred invirtiera 30 mil dólares para crear Aurora Motor Company, su propia compañía.
Al final, bastó que el Padre Juliano lo presentara en Nueva York en 1993 revelando el precio de Aurora, $12 mil dólares, para que los empresarios y marcas desecharan su idea de inmediato, pues el Cadillac Eldorado Brougham, el coche más exclusivo en ese entonces, valía $3 mil dólares. Después de esto, el Padre Juliano se fue directamente a banca rota.
En 1993 resurgió Aurora, descubierta en un depósito por un coleccionista. Ahora se exhibe en el museo del Automóvil de Beaulieu, Reino Unido, como un automóvil único y de culto, y por otras personas, como el más feo del mundo.
Redacción CarGlobe
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